19.8.08

Directo


Debo reconocer que el reflejo de tus manos lejanas nunca se apartó de esta realidad, quizas enterré tus roces para no sentir más esa calida condensacion que experimentaba mi sangre cada vez que tu luna menguaba en el cielo y así volver a respirar sin saberte, para volverte a encontrar sabiendo que pisas las mismas nubes.
Y en cada regresar tus ojos como que hablando; siguiendo mis rios hasta en la oscuridad, tus ojos convenciendome que el sinónimo de esto no es azar.
Porque debo reconocer que solamente escondia tus roces bajo las capas del tiempo, ahi cerca donde se dibuja ese ayer.

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