9.9.08

17


Me mataste en Argentina y ni siquiera me diste tiempo de decir un no antes que tus destellos se devolvieran al desván. La habitación se llenaba de tanta ausencia que la asfixia me lanzó al balcón... y ahí estabas vos, rayando los muros a contra luz de tu alma, porque tu silueta pedía ser exhibida frente un montón de ojos que se detenían deseosos a verte pintar, y tenias esa delicadeza tan marfil para trazar cada punto que mis poros se sonrojaban al verte colorear. Entonces quise ser pigmentos de tu creación, quise formar parte de estas calles,
quise ser vida cotidiana y nacer de tu arte... pero vos me mataste antes, quise tanto pero vos me frenaste.
Salí una noche en búsqueda de segundos, caminando directo hacia donde solías sentarte a mirar ese centro perdido en medio de la nada y tu mente (te recuerdo siempre porque fuiste tan experto en perderte con la nada en medio de mi vientre) así que me detuve en el empedraro, exhalé en la esquina y comencé a invocar tu tonalidad, y como por cuestión de magia natural no pude dejar de imaginarte, de imaginar tus manos tan llenas de fertilidad, de imaginarte prendiendo un pitillo apenas el humo se acerca a la madrugada, porque después de la luz de media noche sos tantos caminos en un mismo lugar, sos ir y venir, sonreír y llorar, pero dejaste que te invocara y no llegaste con la mesura en los bolsillos, viniste tan de golpe que se detuvieron todos los pulsares, todos los ríos y ahora gobiernan desiertos donde antes reinaban mares. Con tu sola aparición explotaron mis venas, tu solitaria presencia bastó para que me asesinaras, para que me disipara en un eterno espectáculo de bohemia y asunción, porque a cada momento me matás, en cada raya ponés tanto de mi que me gastás y ya no alcanzo a existir todas las veces, no llego a ser lo que soy todas las veces.

19.8.08

Directo


Debo reconocer que el reflejo de tus manos lejanas nunca se apartó de esta realidad, quizas enterré tus roces para no sentir más esa calida condensacion que experimentaba mi sangre cada vez que tu luna menguaba en el cielo y así volver a respirar sin saberte, para volverte a encontrar sabiendo que pisas las mismas nubes.
Y en cada regresar tus ojos como que hablando; siguiendo mis rios hasta en la oscuridad, tus ojos convenciendome que el sinónimo de esto no es azar.
Porque debo reconocer que solamente escondia tus roces bajo las capas del tiempo, ahi cerca donde se dibuja ese ayer.

18.8.08

confesiones de un mago




La magia de un beso está en poder calzar a ojos cerrados mis labios en los tuyos, como quien pone la última pieza de un puzzle infinito bendecido por el magnetismo de sus partes, con movimientos tan sublimes, tan sutiles, que pareciera que en el intento de recorrer los puentes orgánicos tu lengua se funde con la mía.
La magia de un beso radica en la capacidad de acertar mentalmente cómo tu rostro; a ojos cerrados también, comienza a bailarme lentamente hasta caer en tu danza, hasta que la luna salga, sincronizando cada exhalación que oxigena nuestras almas en el instante en que decido que será tu boca (y solo la tuya) la que me lleve a bailar bajo la claridad de la noche.



La magia de un beso no sería magia sin que tu nariz previamente se deslice por mis mejillas en el justo momento que el rocío pide a gritos que tus labios se humedezcan en mi mar.
La magia del beso muere y nace cada vez que nuestros labios se acercan y se disipan al momento de terminar de escribir que los atardeceres ya no se cuidan, nacen y mueren cada vez que nuestros rostros se miran.

8.8.08

improvisa

Te regalo la constelación que llueve a mis espaldas,
te regalo el reflejo nocturno que amanece de tus ganas,
porque cada vez que los astros se iluminan tus manos ya no están heladas,
porque cada vez que tus ojos me desaparecen
el rocío se devuelve para alentar la madrugada.
Te regalo las canciones que silencian mi entrepierna,
te regalo los colores que se venden en nuestra inexistencia,
para que entones melodías que aletarguen mi lengua,
para que se refrieguen en arcoiris
las miles de lunas que en mi tierra siembras.
Te regalo el terciopelo que fisura el miedo, te regalo las palabras que se perdieron sin tiempo, para que completes el recorrido eterno, para que me calmes cuando el sol se ha puesto.
Te regalo mis sombras, te regalo mi cuerpo, te regalo el sudor que empaña tus pestañas sonriendo. Te regalo mis elecciones, te regalo mis tentaciones, te regalo lo que brota de mis poros cuando tu aliento penetra en mis rincones.

Pelpa.no.

Te escribiría con los ojos hacia la luna,
con el resplandor tratando de aplastar
los rayos del reloj.
Te escribiría con el sudor hacia el cielo,
con la oscuridad emanando de tu frente
logrando atardecer el fervor.
Y así leerte en blanco y negro
Y así tomarte con el café
Y así leerte sin momentos
entre la sombra y la pared.
Te escribiría con versos monólogos
con puntuaciones infinitas que dibujan
las estrellas bajo los pies.
Te escribiría con tinta espacial
con neologismos y hasta con los dedos en espiral
Y así leerte sin parar
Y así recorrerte para madrugar.

Es

Para dejar de existir
bajo la aurora que rompe las olas dentro de tus manos
para no gritarle al viento
los cientos de segundos que se evaporan con tu temor.
Y si la melodía recorre los vértices
tus piernas tocaran el sol
y si las estrellas se funden
es señal de que tu destino se marchó.
Para dejar de existir
en la oscura gelidez que acurruca el caminar de mis pestañas
para no invernar
en las fisuras pulsantes del resonar
y si alguien viene
nadie seguirá la fluorecensia de la costa
y si nadie viene
dejaremos de existir para no gritar ni inventar...
para no negar.

anímame.ánima

Me detuvo a pensar
mientras sus galopes corrian la brisa de mis pestañas
el sol entraba por el auricular
las nubes desaparecian entre cables de cuidad
la oscuridad se movia dejando la estela sobria en el pulsar.
Me detuve a pensar
mis manos dejaban que el trance circulara
y enraizara la angustia que permutan mis lagrimas,
trato de desvanecerte pero siempre vienes
trato de no pensarte pero nunca te vas.
Me detuvieron a pensar
con los oidos hacia fuera busqué
encima del tapete, abajo de un no sé
tratando de despuntar voces multiples
que acojan la espera radical.
Me detuviste a pensar
logrando que mis colores se fundan
entre el recuerdo y el después
exiliados de la sombra
sedientos por volver
permitiendo que te encuentre viciado
fuera de mi pared deseando pecado,
deja que mi cuerpo se lanze
y toma lo que queda de él...
animame anima !
corre con el vacio de ser.

Blancoscuro

Te encontré bajo el humo que subía por mi espalda, moviendo los cristales que iluminaban el viento intentaste congelar las paredes que derrumban mis reflejos, pero a veces el calor que irradia tus brazos es mas libre que toda abstinencia, es más calor que la misma presencia. Detuviste el tiempo cuando tenias que seguir corriendo, miraste entre la música y solo sentiste mi cintura ardiendo, las sombras gritaban silencios de colores mientras camuflaban manos prófugas que se embriagan fuera de la noche, fuera de miles inciertos, fuera de todo esto, donde fui perdiendo el terciopelo sobre peldaños, en el espacio que quedaba entre tus labios y mi percepción, entre las ganas que brotaban de un rincón.
Te dejé bajo el humo que no vi por culpa de mis pestañas florecidas, pero tus sensaciones me acompañaron hasta que el tiempo volvió a nacer, hasta que mis ojos ya no podían verte desaparecer con tantas salidas, porque en cada fotografía secuencial tus pies chocaban con los míos. Tus manos sin saber ataron este recuerdo, ese que seria algo más que una cara en el cuerpo, casi intencionalmente, plasmaste este lindo recuerdo... más que un lindo recuerdo.


al destellito que me hace bailar con la inspiración bajo esas armonías nacientes de luna encielada en tu retina.