Nunca antes comprendí las sensaciones del universo.
Pensé que nunca conocería lo que se siente
en el nacimiento de una estrella,
o recibir el impacto que producen
la expansión de ciertas galaxias,
hasta que un día tus manos llegaron
y aterrizaron en mi pubis,
haciéndolo explotar.
Ahora los astrónomos no se explican
por qué hay tanto telescopio cegado por la luz,
ni por qué el alambrado público ya no opaca
el brillo estelar.
Qué baile siguen tus manos
que son capaces de convertir en volcanes
las llanuras de mi plexo ?
Dime con qué herramienta
encuentras mi pulso
que con solo aproximarte
todo se evapora en conjunto.